¿Sabías que más del 90% de la población mundial sufre algún tipo de enfermedad bucodental en algún momento de su vida? Desde niños nos han insistido en la importancia de cepillarnos los dientes, pero ¿es suficiente? En este post te compartimos algunos consejos para cuidarlos como un profesional.
Elige el cepillo adecuado
Empecemos por el principio. Si la herramienta para el cepillado no es la indicada, no obtendremos los resultados esperados. La recomendación general es optar por un cepillo de cerdas suaves y un cabezal del tamaño adecuado para tu boca, lo que te permitirá acceder a las esquinas más escondidas sin dañar el esmalte o las encías.
Recuerda cambiar tu cepillo cada 3 o 4 meses, o antes si ves que está desgastado. Después de pasar por una enfermedad, especialmente si se trata de un virus o bacteria, es importante reponer el cepillo para evitar que esos patógenos vuelvan a entrar en contacto con tu organismo.
No subestimes la pasta de dientes
Al igual que el cepillo, la pasta de dientes debe ser adecuada. El flúor es tu mejor aliado, ya que protege y ayuda a remineralizar los dientes. Además, existen pastas especializadas para necesidades específicas, como sensibilidad dental o blanqueamiento.
Un consejo clave: no te enjuagues la boca con agua después del cepillado. Hacerlo eliminaría el producto que ha quedado en tus dientes trabajando para protegerlos.
Domina la técnica de cepillado
Más fuerza no significa mejores resultados. De hecho, cepillar con demasiada intensidad puede dañar las encías.
Coloca el cepillo en un ángulo de 45 grados y realiza movimientos suaves y circulares, cepillando cada diente unas 20 veces por delante y por detrás. Presta especial atención a la zona donde la pieza se une con la encía para evitar la formación de placa.
El cepillado debe durar entre 2 y 3 minutos y realizarse al menos dos veces al día. En total, mantener una boca sana no te llevará más de 5 minutos al día.
No olvides el hilo dental y la lengua
El cepillado no es el único paso. Sin el hilo dental, el 35% de tus dientes quedará desatendido, ya que es en los espacios interdentales donde se acumula más comida, lo que puede llevar a la aparición de caries.
Usa el hilo dental con cuidado, deslizándolo suavemente entre los dientes y curvándolo alrededor de cada uno para no dañar las encías.
Tampoco te olvides de la lengua, que puede acumular bacterias causantes de mal aliento o enfermedades periodontales. Utiliza un raspador lingual o un cepillo que lo incorpore para mantenerla limpia.
Cuidado pasivo de los dientes
Aunque el cuidado activo se concentra en dos momentos del día, puedes cuidar tus dientes de manera pasiva manteniendo hábitos saludables. Incluye en tu dieta alimentos ricos en calcio y vitamina D, como lácteos y pescado, y evita los azúcares y bebidas ácidas que pueden erosionar el esmalte.
Mantén además una buena hidratación, ya que el agua ayuda a neutralizar los ácidos y eliminar restos de comida. Y, por supuesto, no olvides las visitas regulares al dentista para detectar y solucionar problemas a tiempo.
Siguiendo estos sencillos pasos, no solo mejorarás tu salud bucodental, sino que también podrás prevenir problemas futuros. ¿Te quedan dudas? Llama y agenda una cita con nuestros especialistas en Policlínica Dentral Dres. Saiz Vinaròs.